¿Cómo brindamos una educación integral en la Escuelas de negocios para generar egresados con las destrezas que el mundo de los negocios requiere hoy día?
(Parte de un documento en el cual estoy trabajando)
El Harvard Business Review de Mayo de este año presenta el artículo Como las Escuelas de Negocios perdieron el rumbo en la cual se critica abiertamente a las Escuelas de negocios sobre la formación que están entregando a los alumnos, los cuales egresan finalmente teniendo muchos conocimientos técnicos, pero sin haber desarrollado las habilidades para navegar en el mundo de los negocios.
Las causas de este fenómeno entre las que menciona el artículo y otras pueden ser las siguientes:
1. Profesores con altos honores académicos, pero sin experiencia laboral en empresas.
2. Métodos de estudio principalmente cognitivos, es decir, el profesor en frente de los alumnos hablando, dictando y respondiendo preguntas. O sea, sin participación de los alumnos.
3. Profesores atentos al conocimiento técnico, sin cuidado de lo que pasa en la sala. Tampoco tendrían las destrezas para hacerse cargo de una sala de alumnos jóvenes con intereses diversos.
4. Profesores sin compromiso por la formación integral del alumno, sólo se remiten a su materia.
5. Reconocimiento académico de los alumnos por sus logros en los conocimientos técnicos.
6. Poco o ningún trabajo experiencial del alumnado durante su permanencia en la Universidad.
7. Escasos cursos sobre valores y ética empresarial.
8. Incluir cursos de humanidades es agregar otro conocimiento técnico, amplia el mundo del egresado pero no lo apoya a generar las destrezas que necesitará en el mundo real.
En base a los problemas planteados las soluciones vienen por varias áreas:
- Reciclaje de profesores con experiencia laboral en empresas. Ejecutivos, empresarios que vengan de vuelta.
- Formación de profesores para una educación integral de los alumnos.
- Profesores con sentido de pertenencia con la Universidad. No sólo dan las clases y se van.
- Cuerpo de profesores diverso, con variedad de habilidades e intereses que cubra un territorio tan amplio y profundo como lo es el de los negocios.
- Mallas curriculares que integren cursos de humanidades, trabajos prácticos multidisplinarios, cátedras que construyan laboratorios virtuales de empresas, trabajo corporal con gimnasia, deportes durante todos los estudios y cursos con metodología de talleres experienciales para el desarrollo de habilidades para la gestión de empresas.
El desafío es lograr construir mallas curriculares integrales es decir que consideren el desarrollo de la inteligencia integral: la inteligencia cognitiva, la inteligencia emocional, la inteligencia corporal y la inteligencia espiritual. Es un plan académico paralelo a los cursos tradicionales de conocimiento de las carreras y que debería comenzar naturalmente en el primer año y continuar durante toda la vida académica.
Hoy es consenso que las habilidades que desarrolle una persona representan su diferenciación en el mercado laboral y el factor principal de sus resultados en los diferentes ámbitos de vida y también de su propia satisfacción personal. Sin embargo las Universidades no se han hecho cargo hasta ahora de este nuevo requerimiento empresarial y por qué no decirlo requerimientos básicos de la misma vida ya que ahora tenemos que navegar en este nuevo mundo, de múltiples cambios vertiginosos para llegar al puerto que queremos.
El Harvard Business Review de Mayo de este año presenta el artículo Como las Escuelas de Negocios perdieron el rumbo en la cual se critica abiertamente a las Escuelas de negocios sobre la formación que están entregando a los alumnos, los cuales egresan finalmente teniendo muchos conocimientos técnicos, pero sin haber desarrollado las habilidades para navegar en el mundo de los negocios.
Las causas de este fenómeno entre las que menciona el artículo y otras pueden ser las siguientes:
1. Profesores con altos honores académicos, pero sin experiencia laboral en empresas.
2. Métodos de estudio principalmente cognitivos, es decir, el profesor en frente de los alumnos hablando, dictando y respondiendo preguntas. O sea, sin participación de los alumnos.
3. Profesores atentos al conocimiento técnico, sin cuidado de lo que pasa en la sala. Tampoco tendrían las destrezas para hacerse cargo de una sala de alumnos jóvenes con intereses diversos.
4. Profesores sin compromiso por la formación integral del alumno, sólo se remiten a su materia.
5. Reconocimiento académico de los alumnos por sus logros en los conocimientos técnicos.
6. Poco o ningún trabajo experiencial del alumnado durante su permanencia en la Universidad.
7. Escasos cursos sobre valores y ética empresarial.
8. Incluir cursos de humanidades es agregar otro conocimiento técnico, amplia el mundo del egresado pero no lo apoya a generar las destrezas que necesitará en el mundo real.
En base a los problemas planteados las soluciones vienen por varias áreas:
- Reciclaje de profesores con experiencia laboral en empresas. Ejecutivos, empresarios que vengan de vuelta.
- Formación de profesores para una educación integral de los alumnos.
- Profesores con sentido de pertenencia con la Universidad. No sólo dan las clases y se van.
- Cuerpo de profesores diverso, con variedad de habilidades e intereses que cubra un territorio tan amplio y profundo como lo es el de los negocios.
- Mallas curriculares que integren cursos de humanidades, trabajos prácticos multidisplinarios, cátedras que construyan laboratorios virtuales de empresas, trabajo corporal con gimnasia, deportes durante todos los estudios y cursos con metodología de talleres experienciales para el desarrollo de habilidades para la gestión de empresas.
El desafío es lograr construir mallas curriculares integrales es decir que consideren el desarrollo de la inteligencia integral: la inteligencia cognitiva, la inteligencia emocional, la inteligencia corporal y la inteligencia espiritual. Es un plan académico paralelo a los cursos tradicionales de conocimiento de las carreras y que debería comenzar naturalmente en el primer año y continuar durante toda la vida académica.
Hoy es consenso que las habilidades que desarrolle una persona representan su diferenciación en el mercado laboral y el factor principal de sus resultados en los diferentes ámbitos de vida y también de su propia satisfacción personal. Sin embargo las Universidades no se han hecho cargo hasta ahora de este nuevo requerimiento empresarial y por qué no decirlo requerimientos básicos de la misma vida ya que ahora tenemos que navegar en este nuevo mundo, de múltiples cambios vertiginosos para llegar al puerto que queremos.
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