Evangelizar, Espiritualizar
No me da pudor usar estas palabras para mostrar lo que queremos hacer, para hablar de nuestra misión en Imana.
Es sólo la respuesta a todas las personas que tienen esta sed que no encuentra agua, en este mundo de preguntas prosaicas y de respuestas efectistas.
Queremos hacerle frente a los temas que nos tienen el alma rota, y la vista borrosa, sin rumbo y sin sentido. Queremos hacernos cargo del sufrimiento humano que brota a raudales por todas partes y que clama por un lugar, un espacio donde pueda llorar y sentirse compadecido, acariciado, amado. Y este es un sufrimiento que viene de las profundidades del ser humano, viene de la pérdida del sentido de vivir, viene de no soportar la soledad de la existencia, proviene del terrible miedo a la muerte y viene de no estar concientes, de aceptar la libertad de elegir que nos ha sido otorgada con la vida.
Y será con nuevas palabras que volveremos a llegar a reconocer el alma humana que no es más ni menos que una simple expresión de un Espíritu único y que es todo. Por eso hablo de “espiritualizar” o de volver a mirarnos en lo que somos.
Hablo de conversar sobre las preguntas que nos estremecen. Es volver a convertirnos en “los terribles” como llamaban a los filósofos griegos, porque era terrible encontrarse con sus preguntas.Y así entre las preguntas sin respuestas encontraremos algo más y saciaremos nuestra sed y más aún podremos saciar la sed de otros y conmover las almas humanas y moverlas hacia lo que siempre han sido, concentración de amor.
Quizá desde aquí podamos construirnos de nuevo, desde un nuevo estado de ánimo, desde una nueva mirada, que no es nueva, es sólo el origen olvidado del ser humano, desde el amor.¿Por qué no podríamos construirnos, en nuevas comunidades desde el amor? ¿Por qué no podríamos inventar empresas desde el amor? ¿Por qué no podríamos? ¿Qué nos lo impide? ¿ A qué le tememos? ¿Por qué no brillar?
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